MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
Hasta 1.300 detenidos se han fugado de la prisión central de Beni, en el este de República Democrática del Congo (RDC), entre ellos miembros de la milicia islamista Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF), tras un asalto por parte de presuntos miembros de Estado Islámico, según han informado las autoridades locales.
Según el portal de noticias Actualité, de los 1.455 detenidos que había registrados en la prisión de Kangbayi, solo 122 se han quedado en su interior tras la fuga masiva. La Policía ya ha conseguido arrestar a catorce de los fugados, mientras que dos más han muerto abatidos.
Ante esta situación, el alcalde en funciones de Beni, Modeste Bakwanamaha, ha apelado a la colaboración ciudadana, solicitando a los residentes a que ayuden a "encontrar a los fugados, que se van a quedar en la ciudad". "Hace falta que la población nos ayude a que vuelvan a prisión", ha subrayado, antes de apuntar a que "probablemente han sido las ADF las que han liberado a sus detenidos".
Sin embargo, la autoría del ataque ha sido reclamada por el grupo yihadista Estado Islámico, según un breve comunicado publicado por la agencia Amaq y circulado por sus canales de propaganda.
El grupo yihadista, que en 2019 anunció la creación de la rama Estado Islámico en África Central (ISCA) ha reclamado varios ataques en Beni durante los últimos meses. El presidente congoleño, Félix Tshisekedi, confirmó el año pasado la existencia de lazos entre el grupo y las ADF.
En el este de RDC, en particular en las provincias de Kivu Norte --de la que Beni es capital--, Kivu Sur e Ituri, operan decenas de grupos armados, que siembran el terror entre la población y que han provocado cientos de miles de desplazados.
La milicia de las ADF actúa en RDC desde la década de los noventa y, a pesar de las reiteradas ofensivas lanzadas contra ella, sigue generando violencia en la zona. Así, está considerado uno de los grupos armados más peligrosos de los que operan en el país africano.